viernes, 12 de julio de 2013

MOTÍVATE


Hoy es un día distinto, esto es un escrito diferente. Ya no quiero expresar sensaciones alocadas, cerca del dolor, quiero manifestar la esperanza que muchas veces olvidamos.

No importa dónde nos encontremos, no importa cuánto ardan nuestros pies de no saber dónde estamos parados, siempre hay esperanza.

Es verdad que la vista se nubla completamente y nos cuesta ver más allá de esa espina que tanto dolor nos genera pero también es verdad que el amor oculto en nosotros puede ser el timón de este barco perdido.

Si, es tener fe, valor, de hacerle frente a la realidad con una vista menos torpe, menos víctima, con mayor carencia de esos pensamientos que nos ahogan sin sentido, más alegre y sobre todo más dispuesta al cambio.

Ver al problema como un tempano, lo visible es el problema pero por debajo de él se encuentran las oportunidades de ser mejor, enormes oportunidades oculta bajo el océano de nuestras traicioneras emociones.

Por eso en esta lucha constante habrá que dejar calmar las aguas atreves de la esperanza para así poder ver por debajo del océano.


GUSTAVO TISEIRA

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